Es hora de que las financiadoras desbrahmanicen la filantropía 

Prachi Patankar

12 May 2021

Durante la última década, las instituciones filantrópicas se han visto obligadas a hacer cambios significativos en pro de lograr la justicia racial y económica. Merecen reconocimiento por esto los movimientos como Occupy Wall Street y Las Vidas Negras Importan, liderados por jóvenes, gente negra, queer y de clase trabajadora que plantean preguntas cruciales sobre el capitalismo racial y la acumulación de riquezas mediante la explotación. Algunas fundaciones comienzan a evaluar su trabajo en el contexto de la supremacía blanca, la esclavitud y el colonialismo de asentamiento. A medida que las personas que hicieron trabajo organizativo en movimientos sociales ingresan en las fundaciones, hacen un legítimo llamado a descolonizar la filantropía. 

El llamado a descolonizar las prácticas filantrópicas es particularmente relevante al papel de las fundaciones del norte global que proveen recursos a las comunidades del sur global y cuya concesión de apoyos a menudo perpetúa un enfoque colonial. Incluso las financiadoras progresistas tienen estos prejuicios y terminan dando prioridad a las ONG dirigidas por gente blanca o brahmán (la casta dominante en el sur de Asia) o por etnias dominantes. Si bien el giro a la descolonización es bienvenido y necesario, el análisis de poder sigue centrado en los Estados Unidos. Como donantes globales, necesitamos basar nuestro análisis de poder en la comprensión de las estructuras de poder geográfica y culturalmente específicas que se basan en las ideologías locales religiosas, de casta o etnosupremacistas. Esto me toca muy de cerca como Oficial de Programa anticastas, antirracista y bahujan (un término colectivo que se refiere a todas las comunidades de castas no dominantes) criada en la India rural y que dirige la concesión de apoyos en Asia. Por lo tanto, a la vez que me uno al llamado a descolonizar, ¡también reto a la filantropía a que se desbrahmanice!

¿¡Qué quiero decir con desbrahmanizarse!? El brahmanismo, una filosofía e ideología espiritual que se formó en el sur de Asia hace miles de años, se ha convertido en la ideología religiosa dominante de lo que conocemos como el hinduismo. El brahmanismo creó el sistema de castas para categorizar a los seres humanos en grupos de castas basados en su actividad laboral y predeterminados por nacimiento. Las personas brahmanas ocupan el nivel más alto en esta jerarquía de castas. Las personas dalit, la casta “más baja”, forman parte de los grupos históricamente más oprimidos y están relegadas a las ocupaciones de más baja categoría basadas en las castas. El brahmanismo usurpó otras culturas y las incorporó a su entramado al reelaborar y apropiarse, a menudo de forma violenta, de las prácticas, creencias y tradiciones espirituales de una rica diversidad proveniente de los pueblos dalit, bahujan y adivasi (indígenas) para crear el hinduismo brahmánico actual. El sistema de castas que divide y clasifica a trabajadores está consolidado hoy mediante la endogamia. El brahmanismo ha mantenido la supresión de las castas oprimidas controlando y limitando su acceso a posiciones de poder, conocimiento, medios de vida, amor y matrimonio, tierra y recursos públicos.

¡A la vez que me uno al llamado a descolonizar, también reto a la filantropía a que se desbrahmanice!

Habiéndome criado en la India rural entre movimientos campesinos y feministas rurales liderados por personas oprimidas bajo el sistema de castas, he sido muy consciente de la dinámica de poder inherente. Las principales ONG, lideradas por gente de la casta dominante pueden tener una visión proteccionista de la liberación de las mujeres, las personas dalit y la gente queer, en lugar de una perspectiva de construir poder colectivo. Las financiadoras occidentales se enfocan en las ONG urbanas lideradas por castas dominantes cercanas al poder y con acceso a los recursos. Estos grupos continúan contando con buenos recursos, a diferencia de los pequeños grupos liderados por gente dalit, bahujan y adivasi (indígenas) que lideran los movimientos contra el sistema de castas, la violencia y explotación basada en este sistema y que se resisten a las políticas socioeconómicas que dañan la tierra y los medios de vida. La mayoría de las personas del sur de Asia en los EE. UU. proviene de comunidades de castas dominantes o la casta brahmán. Su historia migratoria se remonta a mediados de la década de 1960, cuando profesionales formados de las castas dominantes llegaron a los EE. UU. desde países del sur de Asia recientemente independizados, inmigrando a este país tras la época del movimiento por los derechos civiles, donde pudieron disfrutar de los avances de la justicia racial por los cuales luchó con mucho esfuerzo el movimiento por la liberación negra. Hoy día, las personas estadounidenses de ascendencia sudasiática están bien representadas en el sector de la filantropía y muchas provienen de castas dominantes. Les oficiales de programas del sur de Asia que tal vez no hayan reflexionado sobre su privilegio de casta, a menudo no comprenden los matices del impacto de la cultura de la supremacía de castas en los espacios dedicados a los derechos humanos o el desarrollo en el sur de Asia. Para las comunidades de castas oprimidas en espacios de ONG y aquellas que lideran movimientos de resistencia de base comunitaria, los desafíos derivados del brahmanismo y la supremacía de castas son una realidad cotidiana. 

Trabajen con sus copartes para garantizar que estén desbrahmanizando sus prácticas, incorporado un análisis contra el sistema de castas en su trabajo e invirtiendo en el desarrollo y liderazgo de su personal dalit y bahujan.

Nos incumbe a todes abrazar las políticas anticasta y apoyar a las comunidades dalit y bahujan. El brahmanismo se utiliza para controlar el acceso de los grupos de castas oprimidas a posiciones de poder, recursos, conocimiento y lenguaje. Es utilizado para cooptar, apropiar y borrar las culturas y las prácticas de las comunidades dalit, bahujan y adivasi. Por lo tanto, la desbrahmanización es una práctica para apoyar el liderazgo dalit y bahujan, así como a los movimientos, grupos y formaciones que luchan sin reservas contra el sistema de castas en pro de la dignidad, los medios de vida y la libertad.

 Hay algunas formas claras en las que podemos iniciar el proceso de desbrahmanizar la filantropía:

  1. Conocer la historia de la opresión del sistema de castas y los movimientos contra este sistema en el sur de Asia y en los Estados Unidos. El sistema de castas fue creado por el brahmanismo. No es un ‘problema dalit’. Aprenda sobre la increíble historia de la resistencia contra el sistema de castas liderado por personas dalit y bahujan. Thenmozhi Sounderajan de Equality Labs expresó recientemente que como mujer dalit tiene que “simultáneamente educar a la filantropía sobre las condiciones en las que se encuentra nuestra gente, al mismo tiempo que impartir lecciones históricas sobre el sistema de castas”. Edúquese políticamente sobre cómo su financiamiento puede contribuir a aniquilar el sistema de castas y desmantelar las condiciones estructurales de explotación perpetuadas por el sistema de castas.

  2. Mover dinero para apoyar los movimientos anticastas con liderazgo dalit y bahujan que trabajan en el subcontinente por un futuro sin el sistema de castas al tiempo que luchan por el acceso a la tierra y los derechos laborales y por frenar la violencia del sistema de castas y la violencia de género. Priorizar el apoyo a los movimientos multicastas y anticastas liderados por gente dalit que históricamente ha liderado movimientos por la justicia y la responsabilidad. A menudo, estos grupos son pequeños, no están registrados como ONG, se basan en comunidades rurales y no tienen acceso a la recaudación de fondos o a la representación de sus voces a nivel mundial que conlleva el privilegio de casta. Las financiadoras pueden apoyar pequeñas iniciativas moviendo recursos a través de fondos mutuos como Caste Equity Fund e intermediarios que tienen relaciones genuinas de colaboración con los movimientos dalit y bahujan.

  3. Apoyar las iniciativas de comunidades dalit y bahujan para reivindicar su propias formas y prácticas culturales. En lugar de asumir que la cultura del sur de Asia es homogénea o ver la región puramente como el enfrentamiento entre gobernadores coloniales y antiguos súbditos, desbrahmanizar significa apoyar las iniciativas de las comunidades oprimidas por el sistema de castas que luchan por cambiar las narrativas brahmánicas dominantes y reivindicar sus propias narrativas. Al apoyar esfuerzos en el sur de Asia también se debe hacer frente a la cooptación, el control y el acaparamiento de poder brahmánicos que pueden presentarse en los sectores filantrópicos y las ONG.

  4. Crear espacios multilingües de participación para sus copartes para no privilegiar al personal y las organizaciones angloparlantes de la casta dominante. Los grupos de castas oprimidas tienden a quedar marginados, a diferencia del personal angloparlante de la casta dominante al que pueden ‘acceder fácilmente’ las financiadoras occidentales. Para mantener el poder y el control, la brahmanización restringió el acceso de las castas oprimidas a la escritura y las mantuvo fuera de los lugares de producción de conocimiento. Las financiadoras deben practicar la justicia de lenguaje, actuar con determinación y brindar interpretación en los idiomas relevantes para que todos los miembros de las organizaciones que son sus copartes se sientan valorados, representados e igualmente escuchados. 

  5. Retar a e invertir en sus copartes actuales para que prioricen el desarrollo del liderazgo del personal dalit y bahujan. Hay grupos del sur de Asia que llevan a cabo trabajos importantes en torno a los derechos humanos que tal vez no tengan a la gente dalit y bahujan representada en su liderazgo. Desbrahmanizar la filantropía no es un llamado para expulsar al personal identificado como brahmán ni tampoco un llamado para una representación tokenizada de personal dalit o bahujan en el sector de la filantropía y las ONG. Trabajen para asegurar que estén desbrahmanizando sus prácticas, incorporando el análisis del movimiento contra el sistema de castas en su trabajo e invirtiendo en el desarrollo y liderazgo de su personal dalit y bahujan.

El brahmanismo y el sistema de castas existe a nivel mundial en cualquier lugar donde residan comunidades del sur de Asia. Por lo tanto, la tarea de desbrahmanizar y desmantelar la supremacía del sistema de castas debe asumirse a nivel mundial por todes aquelles que se movilizan en pro de la justicia racial. El personal sudasiático de las fundaciones y otras financiadoras no sudasiáticas, que apoyan a las comunidades del sur de Asia y están comprometidas con la descolonización, también debe adoptar la desbrahmanización. Debemos insistir en que se incorpore una visión y un análisis contra el sistema de castas al trabajo de todes les practicantes de la justicia social, las fundaciones, los movimientos y las narrativas, no importa si luchan por la justicia económica, de género, racial o ambiental. ¡No hay descolonización sin desbrahmanización!  

Prachi Patankar es Oficial de Programa del Sur y Sureste de Asia de la Fundación por una Sociedad Justa, así como una activista involucrada en los movimientos sociales que vinculan lo local y lo global, la brutalidad policial y la guerra, la migración y la militarización, la raza y la casta, el feminismo de las mujeres racializadas y la justicia de género a nivel global.

Este artículo fue publicado por primera vez en Alliance el 5 de diciembre de 2021.