Un momento para celebrar y renovar nuestro compromiso

17 November 2020

Cuando respondemos al liderazgo de las personas más impactadas por la injusticia, todas y todos ganamos una sociedad más justa. Esta verdad motiva nuestro trabajo en FJS cada día y nos deleita que el mundo entero acaba de ser testigo de la verdad en acción.

En unas elecciones críticas, en las que la democracia en sí estuvo en juego, una mayoría se alzó en contra del autoritarismo, el racismo y la misoginia a cambio de una nueva visión de esperanza. Y fue el trabajo organizativo amplio y profundo de mujeres Negras, mujeres Indígenas y Latinas, mujeres de color y personas LGBTQI lo que logró que los votos rompieran récord, a pesar de largas filas y una pandemia que ha interrumpido todo y que ha puesto las vidas y la seguridad de todas y todos en riesgo. Las comunidades y los movimientos que han estado bajo ataque los últimos años salieron a exigir la posibilidad de avanzar la justicia social sin la amenaza de violencia o represalias de parte del estado.

En todo el país, organizaciones de base multirraciales y feministas movilizaron votos para proteger la democracia, defender la justicia y la equidad, y crear más vías para cambiar la dirección de esta sociedad hacia la justicia, la sanación y la liberación. Nos maravillan nuestras copartes dentro y fuera del Sureste estadounidense, quienes tuvieron roles clave en este cambio histórico y están abriendo camino para que una mayoría progresista crezca en sus estados. Desde organizaciones como Georgia Latino Alliance for Human Rights, ProGeorgia y Puente Human Rights Movement (Arizona), hasta grupos regionales que incluyen a Black Voters Matter Capacity Building Institute y Southerners in New Ground (SONG), hasta organizaciones nacionales como Movement for Black Lives (M4BL), la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar, Mijente, 9to5, Transgender Law Center y la Marcha de las Mujeres, fuimos testigos de colaboraciones increíbles enfocadas en fortalecer nuestra democracia a través del apoyo de la participación masiva. Estas organizaciones y sus coaliciones movilizaron a cientos de miles de votantes, incluso a muchas personas que votaron por primera vez; atendieron barreras a la participación de comunidades que han sido impactadas desproporcionadamente por la pandemia de Covid-19; y crearon estrategias de participación cívica enraizadas en los valores de la justicia racial, de género y económica.

Gracias a un trabajo coordinado en conjunto, los movimientos sociales de las bases lograron involucrar a comunidades diversas para que participaran en la creación de la visión de un futuro nuevo. También supieron que no se trataba —y no se trata— solamente de un momento o unas elecciones. Los movimientos sociales respondieron a una necesidad urgente a la vez que aprovecharon el momento como una oportunidad para crecer y construir poder a largo plazo. Pensamos en organizaciones como Women with a Vision y BreakOUT! en Luisiana, MS Black Women’s Roundtable y Mississippi Low Income Child Care Initiative, One Fair Wage y United for Respect, cuyo trabajo de expansión de poder en esta temporada de elecciones va a cambiar la dinámica por años venideros. El extraordinario trabajo que tantas organizaciones de base hicieron este año ha abierto el próximo capítulo en la lucha continua por una sociedad donde todo el mundo sea valorado por igual.

Este momento prueba que la construcción del poder multirracial progresista en el Sur y las inversiones a largo plazo en el liderazgo de las mujeres Negras, Indígenas y Latinas y las personas LGBTQI, fortalecen la democracia y transforman nuestra sociedad entera. Los movimientos progresistas de base son más grandes que nunca y están listos para seguir hacia adelante. Nosotras y nosotros también lo estamos. Mientras celebramos y honramos las increíbles victorias que los movimientos sociales han logrado, renovamos incondicionalmente nuestro compromiso con apoyar los movimientos sociales y las organizaciones lideradas por mujeres, niñas y personas LGBTQI más afectadas por la injusticia, las más pasadas por alto por la filantropía tradicional y las que más probablemente tengan las soluciones que transformarán al mundo. Estos movimientos sociales están transformando nuestro mundo y esperamos que otras financiadoras se unan a nosotros para asegurarnos de que tengan los recursos que necesitan para aprovechar el impulso de este momento y seguir creando el mundo que todas y todos queremos ver.

En solidaridad,

Nicky McIntyre